Uno de los retos más comunes para el círculo social de una persona Trans o No binarie, es el nombrar a su ser querido por su pronombre y nombre elegido.
¿ Por qué es importante respetar los pronombres y nombres elegidos?
Usar el nombre y los pronombres elegidos por una persona trans o no binaria no es un detalle menor: es un acto de reconocimiento, de respeto y de humanidad. Detrás de cada nombre y pronombre hay una historia, un proceso y una identidad que merecen ser vistas y validadas.
Cuando alguien nos comparte cómo quiere ser nombrade, nos está confiando una parte muy íntima de sí misme. Respetarlo significa decir: “Te veo tal y como eres, y tu identidad es válida.” Es una forma de romper con las violencias cotidianas que históricamente han intentado negar la existencia de las personas trans y no binarias.
El uso correcto de los pronombres no solo contribuye a crear espacios más seguros e inclusivos, sino que también tiene un impacto directo en la salud mental y emocional. Diversos estudios y experiencias comunitarias demuestran que ser reconocide con el nombre y pronombres propios reduce significativamente los niveles de ansiedad, depresión y discriminación.
Además, nos invita a cuestionar los límites del lenguaje y a transformarlo. Las palabras que usamos tienen poder: nombrar también es crear realidad. Así, cada vez que usamos un pronombre o un nombre elegido, estamos ayudando a construir una sociedad más justa, empática y diversa.
Reconocer a una persona por quien realmente es no debería ser un acto de valentía, sino de sentido común y de amor. Comencemos por lo básico: preguntar, escuchar y respetar. Porque todos merecemos ser llamados por el nombre que nos hace sentir en casa.
Si te encuentras en esa etapa en la que te cuesta trabajo llamar a tu ser querido por su nombre elegido o usar los pronombres adecuados a su identidad, aquí te dejo una pequeña guía práctica que te puede ayudar.
🔹Recuerda que no se trata de ti, sino de su identidad.
No es una etapa ni una moda: es un acto profundo de autenticidad. Llamar a alguien por su nombre y pronombres elegidos es reconocerle y respetarle.
🔹Practica en voz alta.
Ensayar a solas o con alguien de confianza puede ayudarte a acostumbrarte y evitar errores en momentos importantes.
🔹Corrígete sin drama.
Si te equivocas, corrige el error con calma y sigue adelante. No hagas que la otra persona te consuele por tu error.
🔹Cambia el chip: su “nombre anterior” ya no existe.
Dejar de usar el nombre anterior (dead name) es fundamental. Piensa en ese nombre como algo que quedó atrás.
🔹Haz listas o notas visibles.
Un post-it con el nuevo nombre y pronombres puede servirte como recordatorio mientras te acostumbras.
🔹Repite el nombre en distintos contextos.
Cuanto más lo uses —al hablar de esa persona, en la familia o con amistades— más natural se volverá.
🔹Escucha y aprende de otras familias.
Acompañarte de otras personas que han pasado por este proceso puede darte comprensión y herramientas útiles.
🔹No esperes a “sentirte listx” para hacerlo.
El respeto no depende de que lo entiendas todo; puedes actuar con amor aunque sigas aprendiendo.
🔹Evita justificarte constantemente.
“Es que me cuesta trabajo”, “es que te conozco desde bebé”, “es la costumbre”… Estas frases pueden doler. Mejor enfócate en mejorar.
🔹Recuérdate: es un acto de amor.
Nombrar a alguien como desea ser nombrade es una forma sencilla, concreta y poderosa de mostrarle tu amor.
